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08 mayo 2025

Robert Francis Prevost: Un papado que comienza bajo la sombra del encubrimiento



Por redacción Nota Antropológica

Ciudad del Vaticano, 8 de mayo de 2025 — El cardenal estadounidense Robert Francis Prevost ha sido elegido como el nuevo Papa de la Iglesia Católica, adoptando el nombre de León XIV. Su elección representa un hecho histórico: es el primer pontífice originario de los Estados Unidos. Sin embargo, lo que podría haber sido una celebración global se ha visto opacado por acusaciones que lo vinculan con el presunto encubrimiento de casos de abuso sexual clerical durante su paso por Perú.

¿Quién es Robert Francis Prevost?


Nacido en Chicago en 1955, Prevost es miembro de la Orden de San Agustín. Ha desarrollado gran parte de su trabajo pastoral en América Latina, particularmente en Perú, donde fue obispo de la diócesis de Chiclayo desde 2014 hasta 2020. Posteriormente, fue llamado a Roma por el Papa Francisco y nombrado prefecto del Dicasterio para los Obispos, un cargo clave desde donde supervisó nombramientos episcopales en todo el mundo.

Es considerado un hombre cercano al Papa Francisco, con quien comparte una visión de reforma y mayor apertura en la Iglesia. No obstante, su legado en Perú ha sido objeto de controversia, especialmente por el manejo de denuncias de abuso sexual clerical en su diócesis.

Las denuncias desde Perú


El escándalo que más lo involucra estalló en abril de 2022, cuando tres mujeres denunciaron haber sido víctimas de abuso sexual durante su niñez por parte de dos sacerdotes de la diócesis de Chiclayo: Eleuterio Vásquez Gonzales y Ricardo Yesquén Paiva. Las mujeres afirman que informaron directamente a Prevost sobre los abusos, pero que no recibieron atención ni apoyo psicológico, legal ni espiritual. Una de ellas, Ana María Quispe, decidió hacer pública la denuncia a través de redes sociales y medios locales.

Prevost dejó el obispado de Chiclayo en 2020, pero las denunciantes afirman que sabían de su conocimiento previo de los casos y cuestionan que no haya actuado con mayor firmeza ni denunciado ante las autoridades civiles.

La respuesta eclesiástica


Tras la denuncia pública, la diócesis de Chiclayo emitió un comunicado asegurando que se tomaron medidas preventivas: los sacerdotes fueron apartados de sus funciones y se impidió su presencia pública. El caso fue remitido a la Congregación para la Doctrina de la Fe en el Vaticano en julio de 2022.

Sin embargo, la respuesta oficial resultó decepcionante para las víctimas. En enero de 2023, tanto la fiscalía peruana como el Vaticano archivaron el caso, alegando falta de pruebas y prescripción de los delitos. Ante la presión de organizaciones de víctimas y medios de comunicación, la diócesis anunció en noviembre de 2023 que la investigación había sido reabierta y que se volvería a enviar información a Roma.

A pesar de esto, Ana María Quispe se negó a declarar nuevamente por temor a represalias, y hasta la fecha, el Vaticano no ha emitido una resolución definitiva.

Señalamientos anteriores


Además del caso en Perú, diversos medios han resaltado que cuando Prevost fue superior general de los agustinos (2001-2013), su orden enfrentó denuncias en Estados Unidos por encubrimiento de abusos. Un caso notable es el del sacerdote Richard J. McGrath, quien fue acusado de abuso sexual a menores mientras era rector de una preparatoria en Illinois. La orden religiosa llegó a pagar 2 millones de dólares en 2022 como compensación a una de las víctimas, aunque sin admitir responsabilidad directa de Prevost.

Las palabras del nuevo Papa


A pesar de estos señalamientos, Robert Francis Prevost ha manifestado públicamente su condena al encubrimiento y al abuso. En una entrevista en 2019 afirmó: “El secreto hace mucho daño”, y aseguró que la Iglesia debe tener “tolerancia cero” frente a estos crímenes. Sus colaboradores lo describen como un hombre firme, piadoso y disciplinado, con compromiso con las reformas impulsadas por Francisco.

¿Qué representa su elección?


La llegada de Prevost al trono de Pedro se interpreta como una continuidad del papado de Francisco, tanto en estilo pastoral como en visión global de la Iglesia. Su elección también puede leerse como un intento del Vaticano de fortalecer lazos con el mundo anglosajón, especialmente con los católicos de Estados Unidos, en un contexto donde el conservadurismo religioso ha ganado terreno.

No obstante, el inicio de su pontificado está marcado por una herida abierta: la crisis de abusos sexuales y la percepción, aún latente, de que algunos líderes eclesiásticos continúan sin asumir plenamente su responsabilidad institucional.

El futuro del papado de León XIV


Los próximos meses serán decisivos para el Papa León XIV. Las decisiones que tome en torno a las víctimas, los procesos judiciales eclesiásticos y la transparencia institucional podrían definir su legado desde el inicio. Muchas víctimas esperan justicia, pero también reparación moral. La pregunta que queda en el aire es si el nuevo Papa será capaz de actuar con la contundencia que la Iglesia y el mundo esperan… o si las sombras del pasado seguirán empañando el presente.


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