Emilio del Rio. Foto: Getty Images |
En un mundo inundado de libros de autoayuda y gurús modernos, el filólogo y divulgador Emilio del Río nos invita a volver a los clásicos. En su último libro, Carpe Diem, Del Río comparte sus reflexiones personales sobre cómo las enseñanzas de Séneca, Cicerón y Marco Aurelio pueden ayudarnos a vivir mejor.
El resurgir de los clásicos en la era moderna
En la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, rodeado de bustos de filósofos y pensadores antiguos, Emilio del Río se siente como en casa. Este filólogo y director general de Bibliotecas, Archivos y Museos del Ayuntamiento de Madrid es conocido por su pasión por los clásicos, una pasión que ha llevado a los oyentes de su programa de radio Verba Volant y a los seguidores de su pódcast Locos por los clásicos.
En su último libro, Carpe Diem, Del Río comparte sus anotaciones personales sobre citas y reflexiones de autores clásicos que le han ayudado a navegar por la vida. "Los clásicos son autoayuda de la buena", afirma Del Río, "no la de los gurús modernos que prometen soluciones fáciles a problemas complejos".
Emilio del Río, el filólogo que vive entre los clásicos
Emilio del Río no es solo un académico; es un apasionado de la cultura clásica que ha dedicado su vida a estudiar y difundir las enseñanzas de los grandes pensadores de la antigüedad. Doctor en Filología Clásica y profesor en la Universidad Complutense de Madrid, Del Río ha escrito varios libros, entre ellos Latin Lovers y Calamares a la romana, que acercan la cultura clásica al público general. Sus declaraciones sobre la importancia de los clásicos en una entrevista realizada por Mónica Arrizabalaga para el periódico ABC, deja claro que en pleno siglo XXI es necesario dar una hojeada a esos autores que dejaron huella en la cultura general.
Para Del Río, los clásicos no son solo un tema de estudio; son una guía para la vida. "Los clásicos me han enseñado a ser mejor persona y me han ayudado a encontrar el camino de la felicidad", confiesa. Esta conexión personal con los textos antiguos es lo que lo llevó a escribir *Carpe Diem*, un libro que combina erudición con reflexiones íntimas.
La influencia de los clásicos en la vida moderna
Uno de los momentos más significativos en la carrera de Del Río fue su participación en el Congreso de la Lengua Española de 2019 en Córdoba, Argentina. Allí, escuchó al humorista Marcos Mundstock, de Les Luthiers, pedir a la RAE y al Instituto Cervantes que supervisaran la proliferación de libros de autoayuda. "Esos libros falsean las cosas", dice Del Río. "No es verdad lo que dicen, por ejemplo, del estoicismo, que está muy de moda después de la pandemia".
Del Río critica a los "gurús del estoicismo" que, según él, distorsionan las enseñanzas de Séneca y Marco Aurelio. "El estoicismo no es resignación", explica. "Vivir es combatir. Lo que dice Séneca es que los sucesos no pueden afectar a tu serenidad, a tu libertad interior, porque tienes que ser capaz de levantarte y superar las dificultades".
La autoayuda en la era de la desinformación
En un mundo donde los libros de autoayuda y los gurús modernos proliferan, Del Río ve un peligro: la simplificación de problemas complejos. "Esos libros están llenos de fórmulas para establecer rutinas y ya Apeles, el pintor griego, tenía una frase maravillosa: 'ningún día sin una sola línea'", dice.
Del Río también critica la idea de que el dinero no es importante para la felicidad. "Es un poco provocador, sí, por esa idea de que hay que vivir como si fuéramos ermitaños o faquires", bromea. "Vivimos en el mundo y nos gusta tener comodidades que nos hagan la vida más fácil. Otra cosa es que no puedes depender de lo externo para ser feliz".
¿Podemos aprender de los clásicos en el siglo XXI?
La pregunta que deja *Carpe Diem* es clara: ¿Podemos encontrar en los clásicos las respuestas a los problemas modernos? Para Del Río, la respuesta es un rotundo sí. "Los clásicos ya lo han dicho todo sobre la condición humana", afirma.
Sin embargo, también nos deja con una reflexión: ¿Estamos dispuestos a escuchar a los clásicos en un mundo que valora lo rápido y lo fácil sobre lo profundo y lo reflexivo? ¿Podemos encontrar un equilibrio entre las comodidades modernas y las enseñanzas atemporales de Séneca, Cicerón y Marco Aurelio?
Publicar un comentario